Senador de EEUU llama ‘antisemita’ al Consejo de DDHH de la ONU
El senador republicano Ted Cruz ha reclamado que su país se retire del Consejo de Derechos Humanos de la ONU (CDHNU), tras la condena por este organismo de la última agresión israelí a Gaza.
“Es hora de dejar de reconocer autoridad moral al CDHNU y de decir la verdad acerca de esta institución irremediablemente sesgada y antisemita”, dice el candidato a disputar la presidencia estadounidense por su partido, en una declaración publicada el viernes en su página oficial.
Y añade: “Los Estados Unidos deberíamos dejar de legitimar al CDHNU con nuestra membresía y retirarnos ya”.
Estados Unidos fue el único país, entre 47, que votó contra una resolución adoptada el viernes por el organismo de la Organización de Naciones Unidas para condenar al régimen israelí por atacar a civiles de la bloqueada Franja de Gaza durante 50 días de ofensiva militar, entre julio y agosto de 2014. Cinco se abstuvieron.
La guerra israelí contra Gaza, iniciada el 8 de julio de 2014, mató a más de 2000 palestinos. De ellos, aproximadamente un tercio eran niños. Las bajas israelíes ascendieron a 67 soldados y 6 civiles.
El embajador estadounidense ante la ONU en Ginebra (Suiza), Keith Harper, tachó la resolución de “parcial”: “Nos molesta que la actual resolución se centre sólo en pretendidas violaciones israelíes, sin ninguna referencia expresa de violaciones palestinas”.
Por su parte, el senador Cruz saludó los pretendidos “extraordinarios esfuerzos de Israel para proteger a los civiles” durante la ofensiva, y acusó al Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS) de usar a los palestinos como “escudos humanos”, ideas ambas diseñadas por la propaganda israelí.
El miércoles, Cruz describió como “una bofetada en la cara” del régimen israelí la decisión de la Casa Blanca de reabrir la embajada estadounidense en la capital cubana, La Habana.
El senador de Texas, en el sur de Estados Unidos, se refería a la insistencia del régimen israelí por que Washington traslade su legación diplomática de Tel Aviv a la capital de Palestina ocupada, Al-Quds (Jerusalén, en árabe). El requerimiento no ha sido obedecido por la Casa Blanca hasta la fecha.
Cruz compite con otros trece candidatos republicanos declarados por financiación para la campaña presidencial, financiación que en gran parte proviene de grupos y magnates de los negocios vinculados al lobby sionista. De ahí, según los analistas, que se sientan obligados a hacer declaraciones a favor del régimen israelí.
La acusación de “antisemitismo” es un recurso político —constante en las tácticas proisraelíes— que confunde religión, nacionalidad, los movimientos racistas europeos anteriores a la Segunda Guerra Mundial y el “Holocausto judío” supuestamente perpetrado durante esa guerra, cuya puesta en duda está perseguida en los países occidentales, en la mayor parte de ellos con cárcel.
En 2002, la exministra israelí Shulamit Aloni reconoció en una entrevista con la periodista estadounidense Amy Goodman que la acusación de “antisemitismo” y las menciones al supuesto plan de exterminio de los judíos son “un truco que usamos siempre” para acallar las críticas al régimen israelí.
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