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EEUU relaja el embargo a Cuba antes de la llegada del Papa a la isla

Publicado: 2015-09-18

Washington anunció nuevas medidas que brindan mayores posibilidades a sus empresas y ciudadanos de hacer negocios y brindar servicios a Cuba, en un nuevo paso hacia la flexibilización del bloqueo económico y en vísperas del viaje del Papa Francisco a la isla.

El gobierno de Estados Unidos anunció hoy nuevas medidas que amplían a sus ciudadanos las facilidades para viajar, hacer negocios, enviar remesas y prestar servicios de telecomunicaciones en Cuba, en un nuevo paso hacia la flexibilización del bloqueo económico y en vísperas del viaje del Papa Francisco a la isla.

Las nuevas medidas entrarán en vigor el lunes 21 de septiembre, anunciaron hoy los departamentos de Tesoro y de Comercio, y estos cambios no supondrán el levantamiento total del embargo económico y comercial, medida que únicamente el Congreso puede decidir.

En sintonía con la flexibilización de restricciones que comenzó en enero, un mes después del inicio del proceso para normalizar las relaciones bilaterales, las medidas anunciadas hoy están diseñadas "para apoyar al sector privado cubano emergente", indicó en un comunicado la secretaria de Comercio de EEUU, Penny Pritzker, junto con el secretario del Tesoro, Jack Lew.

Lew dijo que estas regulaciones subrayan el "compromiso" del presidente Barack Obama con "promover un cambio constructivo para el pueblo cubano", y resaltó que una relación bilateral "más abierta y fuerte" tiene el potencial "de crear oportunidades económicas para estadounidenses y cubanos por igual".

El anuncio fue en vísperas de que el papa Francisco, quien tuvo un papel destacado en impulsar el histórico acercamiento bilateral, visite Cuba a partir de mañana y Estados Unidos desde el martes 22.

Concretamente, bajo las nuevas normas los estadounidenses podrán mantener presencia física en Cuba, mediante una oficina o un almacén, en sectores como el periodístico, agrícola y construcción, correo y envíos postales, telecomunicaciones y empresas de viajes, entre otros. Además, los negocios que se instalen en la isla podrán contratar a ciudadanos cubanos, así como abrir y mantener cuentas bancarias allí.

Aunque el turismo en la isla seguirá estado prohibido para la mayoría de estadounidenses, Washington facilitará aún más los viajes a cierto número de ellos, siempre y cuando entren dentro de las 12 categorías existentes de personas autorizadas a viajar a la isla por la legislación actual.

Entre esas categorías se cuentan quienes hagan visitas familiares, los periodistas, los funcionarios del gobierno, los que quieran ir por actividades religiosas o de apoyo al pueblo cubano y los que participen de proyectos humanitarios.

Puntualmente se permitirá el transporte por barco entre Estados Unidos y Cuba de pasajeros autorizados a viajar a Cuba y lo podrán hacer directamente, sin tener que pasar por terceros países. En el sector de las telecomunicaciones e internet, los estadounidenses autorizados podrán prestar servicios en asociación con entidades cubanas.

El gobierno de Obama facilitará aún más los intercambios educativos con universidades e instituciones académicas cubanas. El secretario del Tesoro aseguró que al relajar las sanciones "Estados Unidos está ayudando al pueblo cubano en su esfuerzo para lograr la libertad política y económica necesaria para construir una Cuba democrática, próspera y estable".

En una conferencia telefónica con periodistas, una funcionaria norteamericana de alto rango explicó que la posibilidad de tener "presencia física" en la isla es "un gran paso", aunque matizó que los requisitos que fije el gobierno de la isla para establecer negocios están "fuera del control" de Estados Unidos.

Según el presidente del Consejo Económico y Comercial EEUU-Cuba, John Kavulich, se trata de "la mayor modificación en materia comercial y de inversiones" entre los dos países "en décadas".

Otro alto funcionario reseñó en la conferencia que están en marcha conversaciones para reanudar los vuelos comerciales regulares entre los dos países, algo que podría acordarse antes de fin de año.

La semana pasada, Obama renovó por un año más la llamada Ley de Comercio con el Enemigo, que sustenta el embargo impuesto a Cuba hace más de medio siglo, para poder seguir manteniendo su autoridad ejecutiva para relajar sanciones a la isla en el proceso de normalización bilateral.

El mandatario estadounidense se mostró a favor de levantar el embargo, algo que solo puede hacer el Congreso de mayoría republicana, y esta semana urgió a los empresarios del país a presionar a los legisladores al respecto.

Como era esperable, los republicanos criticaron "las concesiones a cambio de nada" que Obama "está haciendo al gobierno de Raúl Castro".

"La política de Obama de inyectar dinero en los cofres del régimen de los Castro no hace más seguro a Estados Unidos ni más libre al pueblo cubano", dijo el candidato republicano Marco Rubio, quien dudó de la legalidad de las medidas anunciadas por Obama.

El proceso de acercamiento iniciado en diciembre llevó al restablecimiento de las relaciones diplomáticas, rotas desde 1961, con la reapertura en julio de las respectivas embajadas en Washington y La Habana.

La semana pasada en La Habana, en la primera Comisión Bilateral celebrada tras la reapertura de embajadas, los dos países trazaron una agenda de trabajo "objetiva" para lograr resultados a corto plazo en temas en los que es posible el acuerdo, sin incluir los puntos más complicados, como el bloque o la Base de Guantánamo.

Obama y Castro, coincidirán el lunes en Nueva York en la Asamblea General de la ONU y, según el gobierno de la isla, "habrá interacciones" aunque no hay una reunión bilateral fijada.


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